Últimamente me domina un sentimiento, y es el miedo, pienso mucho en él ¿a que le tengo miedo? A que realmente estoy asustado? Miles de pensamientos pasan por mi mente, por las reflexiones que hago pero ninguna, ninguna es capaz de darme la respuesta. Ayer leí en un libro… no quiero mirar a tras… quizás yo este en ese mismo lugar, en esas mismas circunstancias, pero… no quiero mirar atrás… sólo que si, si miro y más de lo que querría, o quisiera.
He tomado, en este año muchas decisiones “acertadas” y eso me ha llevado a dónde ahora me encuentro. Esa cuesta que subí, estoy arriba dándome cuenta de todo lo que he perdido. Me estoy “estando” en creer cosas que no son, seguir ilusiones, o, mejor, desarmar a las personas llenas de ilusión.
Basta, basta ya, aunque crea que he crecido, este año, al parecer, solo he retrocedido de una forma que ni yo mismo contaba con ello. Mi camino se quedo bastante atrás, desde aquí arriba lo veo, veo como bordeaba la subida, pero… ya no valen los y si… estoy recurriendo mucho a ellos, no son para mi, no son parte de mi, ni quiero que lo sean, no me siento culpable, aunque creo que mi “yo” si lo es.
Citando las palabras de un regalo “…Y que tanto los pastores, como los marineros, como los viajantes de comercio siempre conocían una ciudad donde había alguien capaz de hacerles olvidar la alegría de viajar libres por el mundo…”
Y esta gran frase: “Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante” del mismo me despido.
Tengo sueños, tengo ilusiones, pero no tengo voluntad, no ahora, no hoy, no en este momento. Por ello no desaparece de aquí, es mi rincón laberíntico, pero sí prometo no buscar entre los huecos de estos muros, dejare que las hadas escriban todo lo que quieran, tanto ellas como yo tienen derecho a escribir y a no ser invadidas en su intimidad. Sin necesidad de ocultarse de mi, con cada una de sus acciones.
Intentare vivir mi propia leyenda, sin pretender que los caminos se crucen como si fuera la única salvación. Yo deberé, como hasta ahora, elegir mi camino, pero sin coaccionarme…
1 comentario:
Hola John Doe,
No te aflijas, en algún momento de nuestras vidas todos nos sentimos culpables de algo pero hay que continuar subiendo la cuesta hasta llegar a la cima y tratar de salir indemne. La vida nos dá una de cal y otra de arena, sólo tienes que protegerte contra esa palada de cal con todo tu empeño para que no te hunda. Tengo una frase que decía Carmen Maura hace años y que me ayuda en los momentos bajos: "Nena, tú vales mucho". Lo cambio por un "Chaval, tú lo vales todo". Un beso.
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