Quizás ya me conoce demasiado para poderle dar sorpresas de esas. Pero... creo que a pesar de todo, y aunque no estube mucho rato, fue maravilloso. Me admitieron durante unos minutos en una reunión privada, en una celebración en dónde se comparten todo tipos de sentimientos, desde la FELICIDAD más extrema, a la añoranza y TRISTEZA. Sentimientos que al igual que todos o casi todos hemos tenido.
A pesar de ello, lo que más me maravillo, junto con ver el precioso vestido del que presumia, fue el poder estar allí aquellos minutos. El vivir y compartir sus experiencias, poder escuchar atentamente días maravillosos y el estar en otros, menos maravillosos. Pero he de reconocer que me senti arropado por aquel compañerismo, por aquella aceptación, por sus futuros sueños, viajes, por todas las experiencias que ahora se van a abrir ante ellos.
No tengo muchas palabras para explicar lo sentido ni lo vivido, solo ... puedo dar gracias por aquel momento que comparti con vosotr@s.
