Desconocimiento...

Como pasa el tiempo, no nos damos cuenta de que realmente el lapso de este fenómeno es el que nos une a la vida. ¿Valoramos realmente lo que pasa por nuestras vidas? ¿Valoramos lo que somos, lo que podemos ser, o lo que seremos? Desde una opinión externa no sabemos nada realmente, todo lo desconocemos y en nada nos afianzamos, en nada que no sea una verdad, pero ... qué es la verdad?

En nuestro mundo hay millones de verdades, y cada uno tiene una, por que esta verdad esta basada en las experiencias personales de nosotros mismos. Cada uno tiene una mirada, y una visión distinta, con puntos en común, pero ... que pasa cuando estos puntos chocan con su contrario? cuando una persona te propone el otro punto de vista y lo argumenta? Pierde valor el nuestro? No, simplemente se ha de volver a plantear y a valorar.

Para todo esto tenemos mucho tiempo, si se sabe emplear claro. Podemos llegar a hacer cosas magnificas, gloriosas y gigantescas, y ... a la vez... destruirlas. En ocasiones queriendo, y otras sin querer pero es un hecho inedulible, que pasa con frecuencia.

Normalmente se derrumban las ideas, el conocimiento que teníamos por que llegamos a puntos críticos en nuestra vida, como una pareja que no conocemos o un amigo que creíamos que era lo contrarío a lo que esperábamos.

Sin embargo, en vez de ver "el vaso medio lleno" nos empeñamos en darle la razón, a recordar que otras personas han opinado como esa, pero ... ¿por qué? Creo que por lo mismo de siempre, no se valora lo bueno, solo lo malo, es decir, lo positivo de cada uno, rara rara vez se dice. Es más, si te analizas de 100 personas quizás 20 te lo hayan dicho, pero ... es pésimo. Nuestra sociedad se mueve por los defectos, por el desconocimiento que tenemos, primero del mundo que nos rodea, y segundo de nosotros mismos. Adoptamos posturas de otras personas, las hacemos nuestras, casi sin preguntarnos si realmente nos gusta.

Se debería, y yo el primero, en dar un paso más allá, en conocerse a uno mismo, en valorarse y hacerse fuerte a las críticas destructivas, a aquellas que no se saben por que se dicen, desde lo oscuro de nuestro corazón omitiendo lo que realmente lo mueve, el cariño y la confianza.