Muchas veces nos preguntamos hasta que punto tiene poder nuestras palabras. No pensamos en los beneficios o consecuencias de ellas, sólo pensamos en que tenemos que decir lo que se nos pasa por la mente. Ese es el grave problema que tenemos. Siempre damos por sentado lo que los demás quieren escuchas, pero rara vez decimos que lo que de verdad queremos expresar.
Todo esto a que viene porque no sabemos el poder, la capacidad o las consecuencias que tienen el decir una simple palabra, aunque todos los sentimientos vayan destinados hacía otra parte. Aunque nuestra realidad sea, ni más ni menos.
Es el problema de las palabras, lo damos por supuesto cuando nuestros sentimientos son otros y diferentes a los que queremos expresar.
2 comentarios:
Y ya no sólo las palabras, sino las formas.
Ya te contaré porque esa entrada me viene como anillo al dedo.
Sabes que el no pensar antes de actuar es muy mio.
Espero que estés bien.
I miss you.
Muá
El valor de una palabra no lo apreciamos hasta que nos topamos con una situacion innombrable,en la que nos encontramos perdidos,desorientados...y añoramos esa palabra que nos alienta, acompaña...
No siempre las palabras es lo que vale, el popular refran "no es lo que se dice, sino como se dice", es una gran verdad.
muakis
Publicar un comentario