Nunca podremos saber por donde vamos caminando, ni lo que nos encontraremos en el futuro, no sabemos que camino elegiremos, ni siquiera si será positivo o negativo pero si podemos saber que traerá unas consecuencias, esas consecuencias las sufriremos en nuestra propia carne, ya sean buenas o malas pues ese es nuestro laberinto, nuestros caminos.
En las amistades pasa lo mismo, hay veces que una amistad de poco tiempo significa muchísimo mas que una de largo, o personas que vas conociendo poco a poco te das cuenta que siempre estarán hay, otras las conoces con una fuerte relación y estas muchísimo tiempo con ellas, pero… sin embargo hay algo que interfiere y no te va dejando ver que es lo que hay ahí realmente tras la relación pero que te ayuda a crecer como ser humano, con nuevas y variadas experiencias.
Somos un completo mundo desconocido para nosotros mismos, no sabemos ni quienes somos, ni las decisiones que tomaremos ni mucho menos podemos suponer que cantidad de personas, de seres humanos nos encontraremos en nuestro camino. Hoy, puedo decir que siempre te iras encontrado a gente maravillosa y, sobre todo, sin ningún desperdicio. Si uno mismo se lo propone podrá descubrir el valor de filosofear, con otras aprenderás el valor del silencio, gran amigo que siempre esta y que no sabemos como apreciar de verdad, con otras harás mas deporte de lo que jamás hayas imaginado o te sacaran de tu cama para emplear a fondo lo que es realmente la voluntad (y aunque sea duro estarás completamente agradecido por que sabes que… en el fondo te viene de maravilla) y con otras… se creara una profunda conexión sin notarlo. Pero sobre todo, para mi, el valor de conocer a las personas significa el poder estar con ellas, el compartir esos ratos, esas… “AMISTADES” tan fantásticas que te ofrece la vida (aunque algunas desaparezcan con el tiempo, siempre quedara el recuerdo de las mismas) y no desaprovecharlas jamás…
